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Os mostramos las entrañas de esta maravilla inglesa que pasó por nuestro taller hace unos días, para su revisión y puesta a punto. Se trata de uno de los legendarios del “British Sound”, de la marca londinense de Dave Reeves que allá por los 60 puso patas arriba el sonido rock y que hoy reconocemos en los discos de Pink Floyd, The Who, Led Zeppelin, …
Después de los altibajos de la marca, este es uno de los pocos modelos que todavía se fabrican en Inglaterra, de su serie Custom, cableada a totalmente mano, con soldaduras punto a punto y con componentes de la mejor calidad. No pasan demasiados Hiwatt por aquí y es todo un placer trabajar con amplificadores con una construcción impecable y con uno de los sonidos con más patada y más dinámica que se pueden escuchar.
A este a mayores se le ha realizado la instalación de un Power Scaling para hacerlo más domable y poder hacerlo sonar a volumen bajo.